La XXII edición de la Regata Ophiusa ha vuelto a demostrar por qué es una de las pruebas de altura de referencia del calendario mediterráneo. Con salida desde el Real Club Marítimo de Barcelona, un total de 18 embarcaciones tomaron parte en esta travesía hasta Formentera, manteniendo viva la pasión por la navegación offshore y consolidando el prestigio de esta regata, que este año ha vuelto a tener el Marítimo como puerto de salida.
La salida se dio con un viento del 280º, con una intensidad sostenida entre 8 y 10 nudos, lo que permitió un buen arranque de la flota, que se dirigió directamente hacia Formentera tras el paso por la boya de desmarque. Sin embargo, las condiciones fueron evolucionando a lo largo de la travesía, con un mar duro y olas que superaron los dos metros de altura en algunos tramos, y rachas de viento superiores a los 20 nudos.
Esta combinación de viento y oleaje hizo que la edición de este año fuese especialmente exigente tanto para las tripulaciones como para las embarcaciones. La regata se resolvió a buen ritmo, especialmente para el primer grupo de la flota, que completó su recorrido en aproximadamente 20 horas. Sin embargo, el segundo grupo sufrió una encalmada en las proximidades de la isla, lo que alargó su llegada a la línea de meta.
Pese a la dureza de la navegación, la mayor parte de las embarcaciones lograron completar el recorrido. Cabe destacar y felicitar a Alice, del Marítimo, que logró finalizar la prueba .
La llegada al Puerto de la Savina se celebró con la tradicional entrega de premios, en un ambiente distendido y festivo bajo la carpa instalada en Formentera. El acto contó con la presencia de representantes políticos de la isla, así como con un picoteo, música a cargo de un DJ y espacios de encuentro que favorecieron la convivencia y el buen ambiente entre las tripulaciones.
Desde la organización, se valora muy positivamente el desarrollo de esta XXII edición de la Ophiusa, que ha mantenido intacto el espíritu aventurero y el compañerismo que caracterizan esta regata. Con la mirada ya puesta en la próxima edición, la cita vuelve a consolidarse como una experiencia náutica única, que une a Barcelona y Formentera a través del azul del Mediterráneo.
